EL NUEVO DIARIO, INTERNACIONAL.- El marginado Patrick Reed ya está de nuevo en el top 10 mundial tras otro evento obtenido en el PGA Tour.
En la victoria este domingo del Farmers Insurance, Reed mostró una exhibición con los hierros cortos, premió al texano, ganador del Masters de Augusta de 2018 y que suma nueve victorias en los últimos nueve años. Todas en Norteamérica.
Según una crónica de Marca.com, Reed solo falló en 2017, dobló en 2014. No hubo fanfarrias en su victoria, como era de esperar. Pero los libros no recuerdan luego acciones polémicas. Eso se queda en twitter.
Reed ganó en Torrey Pines en un domingo frío y sin que sintiese presión alrededor. El mexicano Carlos Ortiz, que había salido igualado a los últimos 18 hoyos en cabeza, fue el que peor negoció la jornada final. Firmó 78 golpes, seis sobre par y acabó vigésimo noveno. Viktor Hovland, el chico ilusionante, encadenó dos bogeys en el momentó decisivo; Jon Rahm no fue el de las grandes jornadas.
Rahm se dejó toda la fortuna del día en el hoyo 3, el que reparó el bogey inicial, cuando embocó un putt de 16 metros. Aún encadenó un par de birdies más en los siguientes tres hoyos que le pusieron a uno del liderato, pero a partir de ahí entró en atonía. Se pasó once hoyos sin dejar los hierros cerca y, a pesar de que tiró buenos putts, las distancias dificultaban que embocase. Las bolas sólo se asomaron, ninguna cayó. Por el camino penalizó con dos bogeys. "¡Dame una!", gritó desesperado cuando retrocedió al par en el hoyo 15.
El momento Reed
El inicio de la sequía coincidió con la ebullición de Reed que tras un eagle desde 15 metros en el hoyo 6 comenzó a crecer apoyado en el juego corto que ha creado su fama, su buena fama. Dos birdies y un bogey le distanciaron el liderato, posición que ya no perdería, a pesar de los tímidos intentos de Viktor Hovland, el noruego que jugaba al lado de Rahm. Le bastó hacer ocho pares en los últimos nueve hoyos para rematarlo con un birdie y ganar por cinco de ventaja.
En el par 5 final, el hoyo que Rahm más tiene grabado en sus recuerdos por el eagle victorioso de 2017, el golfista de Barrika decidió jugársela. Jugó una madera desde el bunker y no alcanzó el green de dos golpes. Cayó directamente al estanque. Sus prodigiosas manos le permitieron aún sellar el par y acabar séptimo. Otro top 10 para la estadística: 57 de los 111 torneos profesionales que ha jugado en su vida. Mäs del 50 por ciento.
FUENTE: EL NUEVO DIARIO